lunes, 8 de marzo de 2010

Crónica de una muerte anunciada.


Éste es el triste relato vivido por Kerill Ezzy, amiga de CRAM, quien intentó evitar la muerte de un tiburón ballena que quedó varado en la costa de Anilao, Bahía de Batangas (Filipinas), el pasado 15 de febrero de 2010, después de que le cortaran las aletas. Kerill y varias personas de la zona hicieron lo imposible para devolverlo al mar ante la atónita mirada del pobre animal que intuía que poco se podía hacer ya.

“Cuatro turistas nos dirigíamos a la cueva donde realizaríamos la primera inmersión del día cerca de la Isla Maricaban cuando nos encontramos con otro barco de submarinistas. Fueron ellos los que informaron a nuestro instructor de submarinismo sobre el varamiento de un tiburón ballena en el otro lado de la isla. Enseguida nos pusimos en camino para ver si podíamos ayudar.

Nada más llegar nos dimos cuenta de lo que había pasado. Fue devastador. Previamente habíamos oído sobre la presencia de dos tiburones ballenas en la zona pero nunca imaginé que sería así como vería a esta hermosa criatura. Junto con el animal, una hembra, se encontraban varios agentes locales para la vigilancia de la pesca que no dejaban de mojarla mientras estudiaban, desconcertados, sus heridas.

Fue nuestro instructor quien sugirió que lo mejor sería intentar devolver el tiburón al mar en vez de dejar que, literalmente, se friera al sol. El animal estaba varado sobre una orilla llena de rocas, bajo el sol, en una zona aislada de la isla a la que no se podía acceder por carretera, por lo que iba a resultar bastante difícil.

Conseguimos deslizar cañas de bambú por debajo del tiburón y nos llevó unos 20 minutos conseguir deslizarla de nuevo hacia el agua. Su piel era como papel de lija muy suave y cuando ponías las manos sobre ella podías sentir su respiración y sus músculos moverse. Tuve el privilegio de sentir la vida en ella.

Una vez estaba dentro del agua nos pusimos las gafas, nos sumergimos y le miramos a los ojos que mostraban la pena y confusión de una bestia que había sufrido y sufría por culpa de la avaricia. El instructor me dijo: “mírale a los ojos, se está muriendo”. Nunca quiero volver a ver una mirada como ésa. Sé que se supone que los “peces” no son muy inteligentes o quizás sí, pero todos los animales conocen el dolor y tienen el instinto de supervivencia. Creo que sabía que iba a morir y a pesar de no tener control sobre su cuerpo no dejaba de intentar moverse. Quería mover la cola para volver al océano mientras que su cuerpo se zarandeaba de lado a lado a merced del movimiento de las olas. La imagen daba lástima y debo confesar que aún me estremezco al recordarlo.

Después de asegurarnos de que no volvería a varar nos tuvimos que ir porque ahora eran los agentes, quienes habían medido la longitud de los cortes, los que debían controlar los mercados de la zona con la intención de encontrar a los asesinos. Honestamente, no creo que encuentren a los culpables pero espero por su bien que no sean encontrados por uno de los que fuimos testigos de este salvaje acto.

Más tarde volvimos pero ya no estaba. He oído varias versiones de lo que le pasó pero realmente no lo sé. Lo que es cierto es que moverla de ahí era casi imposible y le hubiera hecho más daño aún. Aunque era joven, era muy pesada y hubieran necesitado una grúa para moverla. También he leído sobre el avistamiento por esa zona de barcos pesqueros de otras regiones.

La comunidad de agentes de vigilancia para la pesca de Batangas está conmocionada por este suceso, y esperan que en cierta manera sirva de motivación para aquellos que luchan en contra de actos como éste. Nuestro instructor decidió llevar el mensaje a las escuelas ya que como no puede enseñar a los adultos, ha decidido enseñar a los niños para que ejerzan presión sobre sus padres para que cambien sus costumbres.

En lo que a mí concierne, voy a hacer lo mismo en Macau, aunque es más complicado porque aún estamos bajo la bandera China y la educación está más controlada. Pero estoy convencida de ello y a través de la divulgación podemos frenar la demanda de las aletas. Quizás así, los tiburones tengan una oportunidad para sobrevivir en nuestro mundo submarino.”

Desde CRAM nos hacemos eco de historias como ésta y seguimos trabajando para conseguir que un día no tengamos nada similar que contar. Junto con Kerill difundimos este mensaje para mostrar una realidad que muchos desconocen, protegiendo y cuidando una especie amenazada y necesaria para mantener el equilibrio de nuestra biodiversidad.

viernes, 5 de marzo de 2010

El Desembarco Ilegal de Tiburón Peregrino Continúa en España



Shark Alliance, coalición de la que CRAM forma parte, expresa su indignación sobre la continua captura ilegal de tiburón peregrino en España. Las embarcaciones de la Unión Europea (UE) tienen prohibido la pesca, retención o desembarco de tiburón peregrino, incluso si se trata de capturas accidentales, desde 2006. No obstante, dos de estos inofensivos tiburones han sido capturados en aguas del norte de España en los últimos cuatro días; los hechos siguen a varios desembarcos de esta especie el año pasado. El 1 de Marzo, un tiburón peregrino de ocho metros fue desembarcado en Galicia. Al día siguiente, un macho juvenil fue remolcado a tierra en Asturias. La coalición hace un llamamiento a España y a la Comisión Europea para que aplique la normativa del tiburón peregrino y que eduque a los pescadores sobre esta especie que está amenazada y protegida legalmente.


La recuperación de especies de tiburón amenazadas depende de la estricta aplicación de estas normas así como de la prevención de futuras violaciones de la misma mediante la educación. Desde Shark Alliance piden que cualquier incentivo para capturar tiburones peregrinos, incluidos beneficios y publicidad, deben ser eliminados. Ya es hora que España, una potencia influyente en política de pesca de tiburones, tome seriamente la conservación de estos valiosos pero vulnerables animales.


Hace un año, la Comisión Europea publicó su Plan de Acción para los Tiburones que incluye el compromiso de educar a los pescadores y al público sobre las medidas de conservación de los tiburones. En mayo de 2009, dos tiburones de siete metros de largo fueron sacados ilegalmente de las aguas de Valencia por un buque español en el lapso de 24 horas. En Diciembre de 2009, una cría de tiburón peregrino fue encontrada expuesta en el escaparate de un supermercado en Santander.


El tiburón peregrino, animal inofensivo que se alimenta de plancton, es el segundo pez más grande del mundo y está clasificado, en el nordeste Atlántico, como En peligro por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).


Shark Alliance es una coalición de 83 organizaciones conservacionistas, científicas y recreativas dedicadas a mejorar las políticas pesqueras sobre tiburonas a nivel globa. Desde el 2006 CRAM trabaja mano a mano con Shark Alliance para conseguir que se respeten y mejoren las condiciones de todas las especies marinas amenazadas, en este caso los tiburones. Por ello, CRAM se suma a esta denuncia, ahora y siempre que no se cumplan las normativas vigentes.