En los años 50, la costa más popular de Sudáfrica se estremeció cuando cinco personas fueron atacadas por tiburones en unos pocos días. Para evitar el pánico entre los veraneantes, las autoridades instalaron redes para tiburones que impedían que estos llegaran a la costa. A lo largo de todo el litoral de Kwazulu-Natal, decenas de redes atrapaban y mataban centenares de tiburones y otros animales cada año. Hoy en día, algunas de estas redes aún están en uso.
En diciembre de 1958, el resort turístico de Margaret fue presa del pánico: en menos de dos semanas 5 personas sufrieron mordeduras de tiburón y pusieron en peligro el turismo, el motor económico de la zona. Las autoridades decidieron tomar cartas en el asunto y después de haber probado infinidad de veces con las cargas de profundidad decidieron implantar un sistema más efectivo para acabar con los tiburones: las redes.
Después de aquel diciembre negro, decenas de municipios de la costa índica de Sudáfrica instalaron redes de unos
Entre las especies con mayores capturas figuran el tiburón arenero (Carcharinus obscurus) y los peces martillo (Sphyrna lewini. S. zyagena y S. mokarran), los dos con casi 7.000 capturas. Les siguen el tiburón toro (Carcharias taurus) y el tiburón de puntas negras (Carcharinus limbatus) con 5.000 y 3.000 capturas respectivamente. Además, las redes han afectado a otras muchas especies como la manta gigante (Manta birostris), el tiburón tigre (Galeocerdo cuvier), el tiburón blanco (Carcharodon carcharias) o el tiburón ballena (Rhincodon typus).
Además de tiburones las redes han atrapado a muchas otras especies. Desde 2004 este sistema ha capturado unos 50 tortugas y delfines y 5 ballenas cada año. Debido a la presión social, la organización encargada de la gestión de los tiburones en las costas surafricanas (Natal Shark Board) para reducir las capturas de cetáceos y tortugas y de aquellas especies de tiburones que no son consideradas peligrosas.
En 2007, la entidad empezó a sustituir las redes por sedales con anzuelos, método que ha reducido casi a cero las capturas de otras especies marinas que no sean tiburones. No obstante, estos dispositivos han incrementado exponencialmente la muerte de algunas pequeñas especies de elasmobránqueos como los tiburones areneros. Algunas organizaciones de surfistas han mostrado su preocupación por la efectividad de estos sistemas ya que el uso de cebos puede acabar atrayendo más tiburones a la costa.
La industria del buceo alrededor del tiburón es una de las actividades económicas más rentables de esa zona y está valorada en unos 2 millones de dólares anuales, así que cualquier amenaza para estas especies debe ser tomada en serio. Las redes son culpables de la casi extinción de especies como el tiburón del Zambeze (Carcharinus leucas) y el declive de muchas otras. Hace falta investigar en sistemas como el sónar que permitan compatibilizar el ocio en las playas con la presencia de los grandes depredadores del mar.
Adaptación del artículo de Thomas P. Peshak de Save Our Seas para la revista African Geographic.
Hola!!!
ResponderEliminarPor culpa de los humanos, los pobres tiburones lo pasaron muy mal... Menos mal que ahora las cosas están cambiando.
P
cada vez hay mas gente mala y poca buena,onjala como vos decis cambiaran y seriamos mas buenos con la tierra en la que vivimos no somos los unicos que vivimos aca,los animales tambien viven y no tenemos derecho a tratarlos asi
ResponderEliminarseria buenisimo q descubran el porqe d este comportamiento del tiburon en vez de matarlos.tanto dinero se gasta en armamentos claro es mas facil depredar todo como si el humano fuera el dueño de la tierra.
ResponderEliminar