jueves, 6 de agosto de 2009

EVOLUCIÓN DEL CAPARAZÓN DE LA TORTUGA


Un estudio japonés (Centro Riken para el desarrollo Biológico de Kobe), publicado recientemente en la revista Science, muestran cómo podría haber evolucionado el caparazón de las tortugas gracias a la fusión de las costillas del animal para revestir los omoplatos, un desarrollo extraordinario si se tiene en cuenta que estos huesos se encuentran fuera de las costillas en la mayoría del resto de vertebrados.

Han descrito estas fases gracias al análisis comparativo del desarrollo embrionario de pollos, ratones y tortugas chinas de caparazón blando, los cuales cuando se encuentran en un estadio primario de crecimiento son exactamente iguales.

Según ha explicado uno de los científicos, Rolf Ericsson de la Universidad de Macquarie de Sydney, a medida que el embrión de tortuga se desarrolla una parte de la pared de su cuerpo hace una rotación hacía atrás y se dobla sobre si misma formando la base del caparazón, manteniendo algunas de las conexiones entre los huesos y músculos en desarrollo pero produciendo otras nuevas que no se observan en otros reptiles, aves o mamíferos.

Olivier Rieppel, del 'The Field Museum' en Chicago, señala en un artículo que acompaña el trabajo que estos descubrimientos no apoyan una teoría anterior que sugería que el caparazón se desarrollaba a través de la unión de pequeñas placas óseas dentro de la piel.

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