Un estudio japonés (Centro Riken para el desarrollo Biológico de Kobe), publicado recientemente en la revista Science, muestran cómo podría haber evolucionado el caparazón de las tortugas gracias a la fusión de las costillas del animal para revestir los omoplatos, un desarrollo extraordinario si se tiene en cuenta que estos huesos se encuentran fuera de las costillas en la mayoría del resto de vertebrados.
Han descrito estas fases gracias al análisis comparativo del desarrollo embrionario de pollos, ratones y tortugas chinas de caparazón blando, los cuales cuando se encuentran en un estadio primario de crecimiento son exactamente iguales.

Olivier Rieppel, del 'The Field Museum' en Chicago, señala en un artículo que acompaña el trabajo que estos descubrimientos no apoyan una teoría anterior que sugería que el caparazón se desarrollaba a través de la unión de pequeñas placas óseas dentro de la piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario