viernes, 27 de marzo de 2009

"El Mediterráneo perderá parte de su biodiversidad debido al cambio climático"

Fragmento de una entrevista publicada en El Mundo


- ¿Han notado un cambio en las condiciones del Mediterráneo por el cambio climático?


El calentamiento de las aguas (tanto en superficie como en profundidad) junto con las alteraciones de las precipitaciones y de la tasa de evaporación, que incide en el incremento de la salinidad, son factores ya constatados en nuestras aguas. Este cambio de condiciones está provocando el desplazamiento de las especies de aguas templadas o frías hacia los enclaves que les son más propicios al norte de la cuenca. Algunas de las especies podrían extinguirse localmente, bien porque no tienen posibilidad de desplazarse, como los corales, bien porque no haya hábitat más al norte. Estas nuevas condiciones, además, facilitarán el establecimiento de especies exóticas potencialmente invasoras. El mar es también un importante sumidero de CO2 y existen sistemas capaces de neutralizarlo y fijarlo. Pero tanto el calentamiento del agua como el exceso de este gas dificultan su secuestro que, al disolverse en el agua, conlleva a la acidificación del medio marino.



- ¿Qué especies pueden ser las más afectadas?


Hay que dejar claro que los efectos del cambio climáticos actúan en sinergia con los impactos de la actividad humana. En el Mediterráneo, un ejemplo claro es el incremento en los últimos años de “mareas rojas”. Son manchas de fitoplancton que pueden contener sustancias tóxicas y afectar a la producción de piscifactorías. También se ha registrado un aumento de las plagas de medusas que se acercan a la costa también influenciada por la presión pesquera que reduce las poblaciones de depredadores naturales de medusas.Igualmente, se ha registrado la mortalidad de poblaciones de corales y gorgóneas, puesto que son especies muy sensibles al aumento de temperatura, la contaminación y la turbidez del agua.


En el Mediterráneo oriental existen playas de nidificación de tortugas marinas que podrían desaparecer con la subida del nivel del mar. Además, el sexo de una tortuga marina depende de la temperatura de la arena en la que pasa el período de incubación. A temperaturas más altas nacen hembras, y a más bajas, machos. Un aumento global de tan solo 1ºC podría llevar al nacimiento de sólo tortugas marinas hembra, lo que limitaría la capacidad de reproducción de las poblaciones.



- ¿Cómo se transmite a los niños la necesidad de proteger un ecosistema algo lejano como es el caso del marino?

Lo primero es acercar los ecosistemas marinos a los más pequeños, hacerles entender que nos reportan muchos beneficios y que lo que pasa en el mar nos afecta a todos. El mar y los océanos regulan el clima del planeta para que sea habitable, y además están presentes en nuestras vidas cuotidianas, por ejemplo, cuando comemos pescado, veraneamos en la playa o consumimos productos importados que llegan a nuestro país por transporte marítimo.


- ¿Cómo podemos salvaguardar estos ecosistemas?


Con nuestra responsabilidad individual y colectiva cuenta, ¡y mucho! Para luchar contra el cambio climático, pequeños cambios en nuestra rutina habitual suponen grandes gestos para reducir el consumo de combustibles fósiles y las emisiones de dióxido de carbono. Por suerte, se instauran cada vez más las buenas prácticas en este sentido: ahorrar electricidad, usar el transporte público, reciclar,… También es importante mantener limpias nuestras playas y evitar que la contaminación llegue al mar. Además, podemos apoyar las iniciativas de organizaciones que trabajan para la conservación del mar.


Silvia Mayo, responsable del Area de Educación del CRAM


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