La Sakhalin Energy Investment Company, firma rusa dedicada a la explotación y exportación de crudo y gas, ha decidido proteger a las ballenas grises (Eschrichtius robustus) cesando sus investigaciones sísmicas en la costa de la isla de Sajalín, área de alimentación de esta especie.
Esta decisión sigue la recomendación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) que había reclamado una moratoria de las actividades sísmicas asociadas a la extracción de crudo y gas en esta isla rusa del Pacífico, al observar cambios en la población y distribución de una especie de cetáceo que considera "seriamente amenazada".
Con una población de 130 ejemplares, la llamada ballena gris occidental afronta graves amenazas debido, principalmente, a las actividades extractivas de la zona. Según los científicos, la muerte anual de una hembra de ballena gris activa para la reproducción, podría conducir la población de la zona a la extinción en 15 años.
Noticia extraida de IFAW
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